Los problemas de reputación política de diputados son algo muy arraigado en México. Los estudios de MITOFSKY y las encuestas del INEGI lo han acreditado por años: los mexicanos no confía en los diputados.
A esa realidad se enfrentarán 1,063 diputados de 30 Congresos Estatales que fueron electos el pasado 6 de junio. La mayoría de ellos habrán tomado protesta entre septiembre y octubre.
Si eres diputado debes saber que esa mala reputación tiene dos orígenes. Uno, el desamparo comunicacional que sufren los legisladores y la falta de una marca política personal.
Sucede que las áreas de comunicación de cada Congreso informan la labor conjunta de todos los integrantes. Pero la ventaja la tiene el líder de la mayoría partidista. La prioridad es atender solo el presidente de la llamada Junta de Coordinación Política.
Bajo este desamparo comunicacional, una parte importante de los medios suelen hacer de los representantes populares, los villanos de todo. Esto perjudica la reputación política de diputados
La razón es obvia, por intereses comerciales los medios no atacan a los gobiernos en turno. En los congresos estatales solo se protege al presidente. Por lo tanto los más expuestos a ser atacados son los integrantes del pleno.
Superar este entorno solo es posible desarrollando una marca política personal que te dé fortaleza y reduzca esta vulnerabilidad mediática y digital.
Aquí te dejo cinco principales problemas de reputación y alternativas para superarlos.
1.- Mala Reputación
Después de las policías municipales, los diputados o senadores tienen la peor reputación según la gran mayoría de encuestas.
Qué hacer?
Construye una Marca Política Personal, fortalece tus activos digitales y crea contenido que muestre tu capacidad, trayectoria y especialmente los beneficios para la gente de tu trabajo.
2.- Desconocimiento de su labor
Una buena parte de la población desconoce el proceso legislativo, las labores de fiscalización y de gestión que realizan los legisladores.
¿Qué hacer?
Usa tus redes sociales para orientar y educar sobre tu labor. Publica contenido didáctico que explique a la gente la naturaleza de tu trabajo legislativo y los beneficios tangibles que aportas a la sociedad.
3.- Desempeño cuestionado
Si la labor de un diputado y su quehacer legislativo no es lo suficientemente conocidos, sus indicadores de desempeño menos.
¿Qué hacer?
Construye una agenda editorial con información de valor (no rollo), cuantitativa y específica que muestre qué haces, cómo lo haces y qué aportas con lo que haces al beneficio para tus representados.
4.- Sumisión Política
Una de las acusaciones más frecuentes es que los diputados son sumisos a otro Poder, en especial que cumplen órdenes del Poder Ejecutivo y no responden a las necesidades de la ciudadanía.
¿Qué hacer?
Pon en el centro de tu comunicación política al ciudadano, sus demandas y preocupaciones por encima de la agendas partidistas y de la agenda legislativa del gobernador de tu estado o tu jefe de partido.
5.- Golpeteo en redes
Ahora que hay reelección, tus adversarios políticos se dedicarán a erosionar tu reputación en las redes sociales y evitar que te vuelvas a postular.
¿Qué hacer?
Construye un posicionamiento que te contraste favorablemente con el resto de los actores políticos, que te haga ser no solo conocido, sino reconocido y memorable para volver a ser elegido.
Construir una identidad de marca te ayudará a influir en el ecosistema digital de internet, generar conversación mediática a tu favor y conectar con la audiencia.
Evitar que la mala fama y la mala reputación política de diputados destruya tu proyecto político es posible.